Nos encontramos con una porción
que relata la polémica que se genera con respecto a que si es posible cruzar
hacia la tierra prometida o no. Es evidente que hay suficientes pruebas que en
efecto demuestran que es una tierra donde fluye leche y miel, eso demuestra que
Dios hasta ese momento ha mostrado su fidelidad en cumplir las promesas, sin
embargo la tierra prometida está rodeada de muchos obstáculos, y eso hace que
algunos pongan más atención en los obstáculos que en la misma fidelidad de
Dios, es un error que se comete muy a menudo, que prestamos más atención a las
dificultades del mundo que a las promesas de Dios. Debió ser suficiente ver que
Dios había cumplido su promesa sin importar lo que rodeaba, es algo que como
creyentes debemos de tener presente que confiar en sus promesas es la clave de
una fe genuina en el Dios creador de todo.
También es importante notar que a
raíz de prestar atención a las circunstancias que rodean las promesas de Dios,
se puede llegar a cometer el error de escuchar aquellos que no confían
plenamente en el Señor, el problema radica en creer que Dios no puede sacarnos
adelante, Dios siempre nos ayudara a enfrentarnos a todas las dificultades, en
el caso del texto al que se hace referencia, podemos notar que había un grupo de
personas que no confiaban plenamente en El Señor y lo que estaban haciendo era
desanimar al pueblo.
Para concluir podemos observar
también que hay dos personas que
muestran una confianza plena en las promesas de Dios, y estos piensan que lo
único que importa es tener fe en Dios y todo se cumplirá, por que reconocen que
no es con méritos humanos que se alcanzan los objetivos sino más bien es con la
gracia de Dios. Esto es un llamado para todo creyente, que no importa que tan
difícil veamos alcanzar lo que Dios ha prometido, solo debe bastar y ser
suficiente que es Dios quien es poderoso para ayudarnos en aquello que nosotros
no lo podemos lograr con nuestras fuerzas.
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