jueves, 14 de marzo de 2019

Ayudando a nuestros padres. (Colosenses 3:23-24)


Una de las grandes enseñanzas que se deben de dar a los niños y niñas es acerca de la ayuda que se deben de dar a los padres, con respecto a los quehaceres de la casa, el mundo tiene su propio sistema de enseñanzas que muchas veces son erradas, ya que no tienen un fundamento ético ni moral, el cual distorsiona los principios bíblicos, ejemplo de ello es que existe el famoso machismo y feminismo, que marca una diferencia de ciertas actividades que solo pueden hacer las niñas y otras que solo los niños, cosa que no siempre es aplicable. Los versículos que hemos tomado de referencia se le puede dar una aplicación a todos los aspectos de la vida, ya que el Apóstol Pablo está dando instrucciones de cómo debe ser nuestro estilo de vida en la sociedad, debido a esto le menciona que “todo” lo que hagamos lo hagamos para Dios. La palabra “todo” es calve en este versículo, ya que es una palabra que generaliza todo tipo de actividad, en ese sentido se puede aplicar aun a aquellas actividades que son propias del hogar y donde los niños y niñas pueden tener una participación directa. 


Es importante que el niño y la niña tengan presente que las actividades de la casa (oficio), no solamente es responsabilidad de papa y mama.
La familia es una institución formada por Dios, por lo cual no solo los padres deben velar por el bienestar de la familia, también los hijos deben aportar en lo cotidiano, lavar trastes, barrer, limpiar ventanas, etc. Son actividades en las cuales padres e hijos deben participar, en ningún momento se debe de señalar que es cosa de niñas o cosas de niños, ya que el modelo de familia reflejado en la biblia es de forma integral, por lo tanto es responsabilidad de los niños y niñas hacer ese tipo de cosas sin cuestionar.


Habiendo comprendido por medio de la biblia que es una responsabilidad de los hijos ayudar en el trabajo de casa, también es importante señalar que la Biblia nos enseña que todo lo que hagamos lo debemos hacer de todo corazón, no importa que es lo que hayamos hecho o nos hayan puesto hacer. El mandato es hacer todo de corazón, y de esta manera se puede evitar la murmuración.

Para concluir es necesario también reconocer que Dios premia las buenas acciones, las actitudes que se acompañan de rectitud e integridad dios las recompensara, es algo que no podemos perder de vista y que hay que tomar en cuenta que por muy mínima que sea lo que se haya hecho, Dios recompensara las buenas obras que dignifiquen a la familia entera. Por eso es importante, que los niños y niñas entiendan que aun la acción de barrer Dios la recompensa, siempre y cuando se haga de buena voluntad y no murmurando.

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